sábado, 7 de enero de 2017

6º INDIA, PAKISTÁN E IRÁN


INDIA



Llegué al aeropuerto de Calcuta. Mi equipaje salió el último. Entre tanto, me dediqué a observar todo ese nuevo mundo. Me esperaba el ultimo taxi, no te roban, pero si me pidieron cuatro veces mas de su valor. 

Por la mañana,desayunando  en el hotel del Golf,detalle de como hacen la limpieza a mano.


Los cuervos,si te descuidas, se llevan el pan del plato.

Fui a la Agencia donde  debían entregarme el coche,me pusieron al habla con el interprete del embajador pues no hablaba español, los empleados de la agencia no se hacían cargo de tramitar los papeles.     

  El  interprete, Sr.Tarun, me acompañó a donde los de la agencia no querían ir por todo aquel tercer mundo de barrios, muelles con gente, casas, habitaciones de oficinas, todo estaba hacinado, oscuro y con mucha suciedad, no había ni una sola mujer. Procuraba pasar y salir indemne de todo aquello. Eso sí, todos me miraban,observando callados, pero sin dirigirse a mi ni mucho menos faltarme al respeto.

En Calcuta, me dediqué a pasear. Me subí a los trolebuses, trenes, triciclos, carromatos, taxis y caminé recorriendo sus calles, viendo como vivían sus gentes. Los coches pitando permanentemente, es de locura, adelantando por donde pueden, derecha o izquierda, daba igual. Debo decir que el combustible en la India es muy barato, un poco menos de la mitad que en España.                                                  


El primer día le saqué una foto a un basurero, en donde la gente rebuscaba, comprendí que no les gustó y me sentí tan mal que no volví a sacar ninguna foto más a toda aquella miseria. El olor de la India no era nauseabundo, pero si muy penetrante, se mete en la sangre. Aún después de haber pasado como uno seis meses persistía ese olor en mi cuerpo.

                  
A este hombre le dijeron que me acompañara a "la casa de los niños" de madre Teresa. Yo pensaba que era un anciano y luego al ver la foto me di cuenta de que era muy joven.

               

Visité la casa de Madre Teresa, salude a la superiora la madre Nirvala y me dijeron que me descalzara para visitar su tumba. Entrando y saliendo con libertad, vi a una religiosa arrodillada haciendo oración, era la figura de cera de la madre TERESA que dejo todo en muy buenas manos.
De todo lo que he visto creo que es lo que más me ha impactado. Los niños son alegres, felices y comunicativos, la primera sala esta dedicada a los deficientes, casos que te impresionan. Luego vi  grandes salas divididas según las edades de los niños. Una persona da de comer a tres niños a la vez, cada uno con su plato, para controlar las cantidades. Una de las niñas me pidió que fuera yo la que le diera de comer, lo hice encantada. Los mayorcitos comen solos y recogen sus platos.

Mientras, los papeles para recoger el coche se retrasaban,no hacían sino pedir mas dinero, me daban la impresión de buitres.

Escuchando la conversación que mantenían con mi guía el Sr Tarun (el de la camisa blanca con cara de enfado) parecía que los estaba poniendo en su sitio.

                  
Decidí hacer una visita al cónsul honorario para que les llamara la atención. Era coleccionista de cuadros, en su despacho tenía varios que no me cansaba de contemplar. Había uno de una fuerza especial ante el cual le saqué esta foto. Me dio una preciosa invitación para la boda de su hija, insistiendo en que me quedara pues sólo faltaban dos días pero yo quería seguir mi viaje por lo que me disculpé.

                       
Una vez que llegamos al muelle, el furgón estaba todavía subido al container. Una docena de mujeres transportaban cestas en la cabeza llenas de tierra roja, para extenderla por el suelo y que yo pudiera llegar al vehículo pisando esa tierra nueva. Me pareció curioso y comprendí que era un honor hacia mi persona. 
                         
                         


Cuando me bajaron el furgón quisieron celebrarlo invitándome a una taza de te. Caminamos un rato hasta encontrar el sitio que les pareció más apropiado y allí tomamos el te en unas tazas de barro que, una vez usadas, se tiran al suelo. 


Cuando llegué al hotel pregunté si podían lavarme el furgón para salir al día siguiente, lo más temprano posible, a recorrer el país.

La primera noche de viaje, pedí permiso para dormir en una gasolinera, casi desierta. Cuando me desperté por la mañana me encontré que habían colocado la cama del muchacho de la gasolinera delante del furgón para cuidarme durante la noche.


Paré en otra gasolinera para tomarme un refresco  y como en todos los sitios en que me paraba se fueron reuniendo aún más muchachos. Solían preguntarme señalando el mapa de dónde era, que edad tenía, si me gustaba el país, etc. Se alegraban sonriendo cuando les comunicaba que me parecían muy amables y que me sentía muy feliz visitándolos.
Sin embargo, empezó a afectarme el calor. Según bajaba hacia el sur llegué a los 50 grados de temperatura. No había un sólo sitio de sombra ni un lugar donde tomar algo fresco. Durante dos noches no pude dormir y tuve una total retención de líquidos, sentí que empezaban a salirme bultos en las piernas. Tomé la decisión de volverme hacia Calcuta y seguir sin parar hacia el norte pensando incluso en volverme a mi casa unos días para recuperarme. Pero comencé a tomar diuréticos y antiinflamatorios naturales y cuando llegué a Nueva Delhi fui a la casa Mercedes Benz donde pusieron a mi disposición un gran cubo de agua fresca que me eché por encima y empecé a sentirme mejor. 

                       
A unos 15 km antes de llegar al Taj Mahal vi este otro monumento al que pude acercarme con el furgón. Era un sitio tranquilo sólo habitado por muchas familias de monos.







Pasé a la parte de atrás del edificio y me despertó la curiosidad un gran patio abandonado que allí había, donde pueden verse las losetas levantadas y apiladas de color rojo y de gran calidad, mejores incluso que las del Taj Mahal.
                        
Al fondo se veían una ruinas completamente abandonadas con insectos de gran tamaño. 
                          


Nada más entrar se encontraban estas figuras



En el techo la cúpula se había quedado sólo en la piedra y su pared llena de grabados






En el zócalo se ve en el suelo todo el escombro caído de la cúpula. Salí de allí con una inmesa tristeza.



Llegúe al Taj Mahal pero allí no me permitieron acercar el furgón. Es impresionante su estructura de mármol vista desde diferentes ángulos a cualquier hora del día. Me quedé esa noche para contemplarlo con la luna llena, fue algo espectacular. 





Continué 200 km más para contemplar los antiguos muros de Jaipur que casualmente estaban en fiestas en aquella zona.







Un oso en la carretera


Detrás de este niño se pueden ver vacas en el agua



Uno de los templos que me quedó de paso



Una vez llegué a Nueva Delhi paré en el aparcamiento de un hotel que está al lado de la sociedad del campo de golf. Dormía en el coche y me pasaba el día en los salones del hotel para terminar de recuperarme.
                         
Sacando el visado en la embajada de la India en Sidney, Silvia, una encantadora joven mejicana (la primera de la izquierda) muy amablemente me dio las señas de su suegro que había sido cónsul de la India en Méjico, que estaba jubilado y vivía en Nueva Delhi.
                       
                      
El suegro de Silvia era una persona muy amable y me fue muy útil su información sobre la ruta para salir hacia Pakistán.


Isabel Álvarez, secretaria de la embajada de España en Nueva Delhi, gran mujer de mucha valía, tenía ya conocimiento de mi llegada por medio del cónsul de Calcuta quien se tomó mucho interés en mi persona.


Tardaron una semana para arreglarme los visados de Pakistán, Irán y Turquía por lo que tuve tiempo de visitar Nueva Delhi con calma que es una población muy extensa y con mucha polución.


  

En Lahore, muy cerca de la frontera, después de atravesar la ciudad llena de caminos inmundos, llegué a la maravilla del templo de oro, aunque no tengo foto pongo una postal. Primero tienes que dejar los zapatos y lavarte los pies para luego entrar en una habitación central toda dorada donde están leyendo permanentemente el Corán en voz alta. Al salir la gente bebía agua de un estanque y se llevaba a la boca una especie de terron de azúcar moreno que repartían.

PAKISTÁN

                         

En Multan, le pregunté a un muchacho en una moto. Este muchacho iba delante mio mirando hacia detrás todo el rato hasta que me paro para invitarme a beber algo. Yo le dije inicalmente que no pero insistió: -Si, si, Coca Cola.  No quise desairarlo y nos tomamos un jugo de manzana muy fresquito. Le entendí que quería venir a mi país y prometí enviarle la foto. Le pidió al dueño del establecimiento que le escribiera su dirección porque el no sabía escribir, espero que le haya llegado.

               

La gente de todo el mundo ha sido siempre muy amable conmigo pero mi mayor sorpresa, no sé si porque no lo esperaba o por todos los bulos que se cuentan, fue que la gente de Pakistán me resultó la más amable del mundo. 

                      
No ves mujeres sólo muchos jóvenes y te ofrecen comida para comer con las manos a cambio de alguna limosna.

                     
Esos tres jóvenes pararon su carromato esperando pacientes para preguntarme si necesitaba algo. Me recreé en sus bonitas sonrisas, lástima que se pusieron serios al sacarles la foto, aún así tienen expresión de nobleza.

               
                         

En los poblados donde paraba para comprar fruta casi no me dejaban salir, rodeando el furgón como una gran novedad. Creo que en gran parte por ser mujer.

                        
Así van las mujeres en Pakistán, pero las vestidas de negro no querían que las fotografiara.
                        

                       
No hay un sólo camión o autobús que no esté pintado con estos dibujos.
                      
                         

                       
Estos eran hoteles de carretera

                        


                        
En esta gasolinera cuando quise dirigirme para hablar con los muchachos, el que está vestido de blanco que era el encargado me hizo señas de que no me entendían pues todos eras discapacitados.

                        

Más gasolineras en la carretera

La gente acampa en los desiertos, pero no pude comprender de qué vivían estas personas.
   

Estos ancianos sólos y ciegos te los encuentras por la carretera, algunos van acompañados de jóvenes lazarillos también con alguna discapacidad.

                        

Estos son manadas de camellos


IRÁN

Las carreteras para llegar a la frontera de Irán eran muy malas.  Los puestos de la frontera con Pakistán eran unas casetas. Nada más entrar en Irán me hicieron señas para que me cubriera la cabeza. Me puse un pañuelo pero me dijeron que no, que tapada hasta los ojos. Yo decía que no que era española y enseñaba la foto de mi pasaporte toda peinadita de peluquería. Al final no me cubrí la cabeza. 
Cerca de Teherán era tal el embotellamiento de camiones que decidí no entrar en la población. Seguí hacia Karag, una bonita población llena de vegetación. 

En Tabriz era donde estaban las mejores fábricas de tapices que me habían recomendado. Sin embargo era día festivo y me encontré los bancos cerrados. El guardían de uno de ellos a quien le enseñé una foto de alfombras, me acompañó a las fábricas donde conseguí visitar alguna que estaba abierta y comprar unos recuerdos. 

El guardián insistió en acompañarme hasta la salida de la ciudad que siempre son complicadas. Al pasar por una de las calles me dijo que parara un momento y regresó con una caja de pasteles típicos que me regaló. Son detalles que se agradecen y no se olvidan.

Esta es la entrada de un parque a la salida de Irán




1 comentario:

  1. Ana Padron, ha sido una suerte encintrarte por casualidad...Mi sueño es viajar como tu a India...Eres mi heroina!Tengo una web sobre India y me encantaria conocerte.Espero que estes bien.Soy de Madrid, casada con un Indio y tenemos un perro y un bebe de 8 meses en comun...Sin duda los niños de la India siempre tienen una sonrisa en la cara...Seguire buscando formas de contactarte porque me gustaria saber mas y compartir tu inspiradora historia en mi web que es sobre India...Te dejo mi gripo de redes www.facebook.com/indiateayuda y mi web es www.indiateayuda.com.Ojala te pueda localizar y estes donde estes, ir a visitarte...Un abrazo muy fuerte!Namaste

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