lunes, 2 de enero de 2017

1º Comencé por EUROPA y llegué hasta el POLO NORTE.

EUROPA


Partir de la isla de El Hierro donde sus habitantes tienen mas globulos rojos de lo normal y que con solo ir a pasar un fin de semana sientes que te vas con las pilas recargadas, es mi secreto para luego lanzarme hacia las Américas.
Estas cuatro amigas, me acompañaron a la zona de La Dehesa para pedirle protección a  la Virgen de los Reyes patrona de la isla.


Comencé mi gran sueño dentro del barco que me llevaría desde Tenerife  hacia el Puerto de Cádiz. Como verán  en el comienzo la Furgoneta era totalmente blanca, poco a poco fuí añadiéndoles banderas, un gran   mapa y  algunos posters. Asi estaría en viajes posteriores, en el mismo lugar, bajando del barco en Cadiz. 



                                       
                                              Una de las llegadas a Cádiz de posteriores viajes.

   Mi primer destino era Roma, pasando por el peñón de Gibraltar.


Paseando por la costa  Andaluza.


  Primera parada para tomar un tentempié con destino a Roma 


 Pasando por Mónaco


 Mónaco




Mi primer sueño llegar al Vaticano y dormir en plena plaza de San Pedro, sientiéndome segura dentro de mi propia habitación. Donde hay una firme decisión no cabe la tentación...

    La policía me puso una multa que pagué con mucho gusto, a la vez que le preguntaba para ir a Venecia: 
- ¿Vía Venecia?-  me preguntó el policía.
- No, no... Venecia, Venecia.
- Para llegar a Venecia hay que ir  por toda la Vía Aurelia.  (el nombre de mi abuela paterna, Aurelia Villarreal) 
¡Nada es casualidad!

  
Visitando el Vaticano.
Siguiendo ruta hacia Venecia, que tenía interés por conocerla.


 En el vaporetto para llegar a Venecia.


Plaza de San Marcos, Venecia.


                     

                        MI PRIMER REGRESO A ESPAÑA                                Con el cartel antiguo antes de que mi país entrara en la comunidad europea


       
Subiendo por Lérida

Andorra

Volviendo a España por Andorra, aparqué por fuera del ayuntamiento para buscar la oficina de turismo. Me dirigí a una policía para preguntarle si estaba bien aparcada y ella, muy amablemente, me indicó cómo llegar. Le dije: "Me llamo Ana", a lo que ella me contestó: "Y yo Urbana". Más tarde, ya  en la oficina de turismo, les dije que me había explicado cómo llegar hasta allí una policía llamada Urbana. Todos se echaron a reír ¡Se refería a que pertenecía a la Guardia Urbana!




Atravesando el túnel de Viella (que estaba en obras), para visitar a la Virgen de Lourdes.
A la salida del túnel me sentía fatal, con un fuerte dolor de garganta y atenazada, algo que no entendía. Paré la furgoneta y fue cuando vi el semáforo verde en dirección hacia España. Saqué la conclusión de que no había visto el semáforo por lo que atravesé todo el túnel en dirección prohibida, recordando las caras de susto cuando miraban el furgón y de la manera que yo sorteaba a los autobuses que venían en dirección contraria, acelerando para aprovechar los espacios entre los grupos de obreros.  Comprendí el significado de la palabra que luego me dirían en todos los idiomas:  Señora, tiene usted unos... y me enseñaban los puños.  Sí, era cierto que se subían a la garganta las trompas de Falopio. 


 Desde el mirador del parador contemplando el valle de Aran y respirando profundamente hasta que se me fue pasando el sofoco.




  



   
 A continuación, cumpliendo otro de mis sueños: Visita a la Virgen de Lourdes donde, por cierto, tuve una grata experiencia.



Rumbo a París




  Aparcando bajo la Torre Eiffel junto a la policía, tranquilos esta vez no me multaron... por poco.


Rumbo a España por la Costa Francesa, llegué a San Sebastián. 



Playa de la Concha.

Continuando hacia los picos de Europa.



 En los picos de Europa.





 Visitando sus entrañas




Siguiendo la ruta, me tocaba Santiago de Compostela, patrón de España.















                                
Aproveché para visitar el Ayuntamiento de mi apellido (Padrón).


Camino a Portugal




   Visitando a la virgen de Fátima, en Portugal

Lisboa








Entrando a España por Badajoz una mañana soleada. Era algo espectacular y a la vez emotivo.

Recordando aquella antigua frase: "En los  dominios de España no se pone el Sol"



 Santuario de la Virgen de Guadalupe.

El monje se sorprendió de verme y me dijo qué de dónde había salido porque estaba prohíbido

incluso sacar fotos.

Mi intención  era ir al polo norte. Subí por Francia, Bélgica, Holanda...








Holanda




 Para  llegar al puente que me llevaría a Malmo, luego Goteborg a ver a mi hermano Pedro y ya desde Estocolmo subir a Kiruna.






Aquí se puede ver mi furgoneta en el puente a Malmo.

Con mi hermano Pedro y su familia en Goteborg, SUECIA


 Mi hermano me contó que en Goteborg cada familia tiene su propio barco. Sólo en este embarcadero había 2.300. Al tener esta costa tantas pequeñas islas cercanas, es uno de los mejores pasatiempos de los fines de semanas suecos.


En la cocina con mi cuñada Inger.



Subí costeando el golfo de Bosnia hasta Lulea. De allí a Kiruna, donde está la mina de hierro más importante del mundo (eso me dijeron). De Kiruna me impresionó mucho la energía que se percibía sobre la mina hasta el punto de rebotarme hacia atrás y dejarme aturdida. Subí a la furgoneta y me recosté. 
 Por un momento me sentí levitar y traté de evitarlo. Cuando me repuse volví a arrodillarme sobre la tierra y fue cuando verdaderamente disfruté de aquella energia tan especial.  Me aconsejaron regresar por donde había venido pero lo hice por la costa de Suecia, bordeando varios lagos. El trayecto se me hizo larguííííííííísimo y totalmente solitario. Al no llegar al Polo Norte, más tarde lo haría desde Helsinki (Finlandia).


Detalles curiosos en las carreteras suecas.



Estocolmo (Suecia)





Bajando por la escalera del ayuntamiento, donde se entregan anualmente los premios Nobel.








Ya en Noruega, visite Bergen








Deduje que este joven era andaluz puesto que vendía salmón de jabugo.


Pasando por el ayuntamiento de Oslo



En el Teatro nacional de Noruega en Oslo


Palacio Real de Oslo

De camino a Austria pasé por Alemania y Suiza.




En Alemania, me puse en contacto con el que había sido el director de la casa Mercedes en Tenerife, quien me vendió la furgoneta. Me recibió con toda su familia e incluso se ofreció a revisarme el coche. 


Un pequeño mecánico


En el barrio tenían una forma muy peculiar de recoger la basura.

Encestando
Luego pasé por Suiza y pude conocer a algunos de sus vecinos.

Desde Austria, por fin llegué al Polo Norte, pasando por Helsinki (Finlandia) y subiendo por toda Laponia, sin dejarme convencer de lo contrario


VIENA

                                 
                           
La entrada de un bonito hotel.



    Yendo por esta bella carretera llegué a este original monumento.
                       


Postal de Praga


Me encontre con esta guía turistica y queriendo ser amable le dije ¡que tipo tiene¡. Su  contestación me  hizo gracia,  "si si por detrás liceo y por delante museo".



Iglesia del niño Jesús de Praga.

  Niño Jesús de Praga 

Continuando mi viaje para llegar a Helsinki fui visitando todas las Iglesias que me quedaron en el camino.
                                          
                                        
                                         





 



Al día siguiente me encontré con la procesión del día del Corpus Christi .                                              







Luego me dirigí a la reserva de animales que estaba en la frontera oeste del estado ruso, sólo podía verla a través de la alambrada.

A esta señora tan amable que me ayudó a orientarme le regalé una chaqueta (la que tiene puesta en la foto)





Salió favorecida...

 




No era fácil sacarles fotos a través de la alambrada



Visitando la antigua mina de carbon











Al  final de la visita de la mina , cantaron un precioso y emotivo AVE  MARIA en su idioma .

KRACOVIA (POLONIA)


Cuando visité esta preciosa iglesia me contaron que cuando se acercaba el enemigo en guerras pasadas, sus campanas doblaban para avisar a los habitantes de la ciudad. Yo misma pude sentir la intensidad de esos momentos al escucharlas y puedo asegurar que es un sonido difícil de olvidar.



La  imagen de esta virgen me recordó a otra que yo solía contemplar como un  misterio y que estaba en la Iglesia de Frontera en la isla de El Hierro

En la plaza, unas niñas del lugar vestidas con los trajes típicos.


Me acerqué a la puerta que se ve al fondo de esta foto y salió a saludarme con una genuflexión esta señora. Me hizo gracia y le dije que se volviera a colocar en la misma posición para sacar la foto.


El baile continuaba en la plaza

En un extremo de la plaza estaba el museo de arte de la ciudad.
El cuadro que más me gustó del museo de Kracovia.









EMBAJADA DE ESPAÑA EN  KRACOVIA 
El embajador me recomendó a una guía turísticia a la que llamé por teléfono diciéndole "soy Ana". Ella me contestó "Yoana", que era su nombre y que resultó ser una persona encantadora. Posteriormente me escribió y me envió una parte de la oblea que era tradición repartirla el día de navidad en su familia.


Visitando varios lugares con Yoana



Pasé por Riga y Tallín de camino a Helsinki.



HELSINKI


Unos españoles que me abordaron cuando vieron mi coche.

En Helsinki  conseguí un visado para Rusia, lo que fue toda una odisea. 

Estando en Madrid, me dijo el marido de una amiga: "Vete ahora mismo a la Plaza Mayor, que hay una exposición de los países que van a entrar a la Comunidad Europea". Allí, en un stand me reconocieron  y les comenté que tenía problemas para conseguir el visado para entrar a Rusia. Entonces me señalaron el stand de Helsinki y me dijeron: "¿Quiere que le presente al embajador?". Yo acepté encantada. Luego le expliqué mi problema al embajador y  me dijo que ese trámite era mejor hacerlo desde Helsinki. 
Ya en mi viaje, fui a la embajada rusa en Helsinki y me lo denegaron, así que volví a la embajada de España y me pusieron su télefono en mi móvil. De vuelta a la embajada de Rusia les dejé mi móvil para que hablasen de embajada a embajada. Luego, le preguntaron a la secretaria que si era cierto que yo llevaba un coche  (los coches extranjeros no podían circular en Rusia). Ella les contestó: "Sí, sí, lo estoy viendo aquí aparcado desde la ventana". No sé cómo les convencieron, pero  finalmente me concedieron un visado por tres días. Suficiente pues los días eran muyyyyyy largos.


En el aeropuerto de San Petersburgo fuí a recibir a una amiga y a sus hermanas de sorpresa.


Luego fuimos todas juntas a ver El Lago de los Cisnes y otras visitas.




Aquí, todas juntas en la iglesia más emblemática de la ciudad.


Los tres barcos están conectados por el interior.

Despidiéndome de mis amigas en el puerto, que continuaban su viaje en barco por el río.

Subiendo por toda Laponia hacia el Polo Norte




Primer reno











Postal de Cabo Norte




Por fin se hizo realidad otro de mis sueños, visitar el Polo Norte









El viento era tan fuerte, que me rompió la puerta de la furgoneta.




  Paré la furgoneta procurando que los renos se apartaran de la carretera, no quería tener más problemas dentro de un túnel.



Me encontré con este curioso caminante americano, el cual me dejó una pegatina con su dirección.




Después de este prometedor comienzo, regreso a Madrid para iniciar la siguiente etapa:

LAS AMÉRICAS








3 comentarios:

  1. Que envidia Doña, intentare conocerla, espero no tardar mucho. Animo, cuidese y muchas gracias por conpartir sus vivencias.

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  2. Dña. Ana, ¡que interesante su viaje por el mundo! Después de conocerla me he propuesto que tras mi jubilación haré como usted, seguiré conociendo diferentes partes del mundo...Nada tan enriquecedor como conocer las diferentes costumbres, culturas, ...

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  3. Hola, Ana. Mi nombre es Lucía y soy periodista. En primer lugar, espero que tato usted como su familia estén bien. Conozco su historia y admiro cómo ha viajado alrededor del mundo durante todos estos años, es una inspiración.

    Usted y otras mujeres han demostrado que es completamente posible dar la vuelta al mundo siendo mujer. No tenemos límites y podemos hacer lo que nos propongamos. Sin embargo, sus historias no son suficientemente conocidas y quiero cambiarlo.

    Hace tres años, durante mi licenciatura, empecé a buscar información y a guardar las historias de mujeres que como usted han completado esta hazaña. Ahora, tengo que presenta mi trabajo final para graduarme y quiero que hable de ustedes. Es por esto por lo que le estoy escribiendo.

    Estoy creando un documental en redes sociales sobre sus vidas y sería un placer contar con usted. Tan solo serán cinco preguntas. Espero que pueda ayudarme a recordarle al mundo que somos capaces de todo. Muchas gracias, espero su respuesta en el siguiente e-mail: lmontillarodriguez@hotmail.com

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